Tras el paso del huracán Fiona en el 2022, la Fundación puso manos a la obra con la construcción y/o restauración de más de 200 techos para las familias afectadas de este fenómeno en comunidades como Suero, Juanillo, Verón, Higüey y Macao. Esta labor consistió principalmente en la sustitución de todo el material del techo de viviendas cobijadas con el material zinc.
Este programa ha quedado constituido desde entonces como un mecanismo de resiliencia dentro de la Estrategia de Gestión de Riesgo, que se activa para dar respuesta a familias en épocas de lluvias y fenómenos naturales de importancia.